SEMANA 11

El Plagio: una patología social

Durante esta semana de lo que más se habló en la clase de Información y documentación, fue del plagio empleado en el ámbito académico. Cobos nos mostró dos ejemplos de un par de estudiantes suyos que habían cometido plagio. Lo  interesante fue que el profesor nos entrego, de a parejas, una copia de cada uno de estos trabajos y nos pidió que los corrigiéramos con lo que habíamos aprendido del manual de APA. Mi compañera y yo nos dispusimos a corregir los textos; tenían errores no solo de forma, ya que estaba usando un tipo de letra inadecuado y no estaban respetando las márgenes ni la estructura que debe tener un texto académico, sino que además tenían muchos errores de redacción, las ideas parecían quedar inconclusas, la citación estaba mal y era muy difícil determinar hasta que punto la idea expuesta era de ellos o de las personas que citaban. 
A medida avanzábamos en la corrección más errores e incongruencias encontrábamos. Yo recordaba a mis profesores de Español del colegio, compadezco sus largas tardes corrigiendo textos inleibles, con tontos errores como los del uso de mayúsculas o las incorrectas conjugaciones, que considero que un estudiante de universidad ya debería conocer. cuando íbamos finalizando la actividad de corrección, el profesor Sebastian Cobos nos soltó la bomba: ¡esos textos son plagio! -todos esos errores que encontraron, son claros indicios de plagio- consecuente a esto, nos pidió que buceamos fragmentos de los textos en Internet para así corroborar dicha afirmación. En efecto, encontramos diferentes fragmentos de los textos, tal cual aparecían en páginas de Internet. Se habían dedicado a copiar y pegar fragmentos de sus fuentes, en desorden para construir un supuesto nuevo texto. Pero no contaban con la astucia de Cobos. 

Esto, de nuevo, me recordó al único incidente que he tenido con respecto al plagio. Fue cuando me encontraba en el colegio, tenía unos 11 años y  el profesor de Sociales nos había pedido que hiciéramos un texto sobre la edad media y la peste negra, se suponía que dicho texto debía ser tipo ensayo, una hipótesis sustentada y argumentada con base a información que encontraremos en Internet. Una de las cosas sobre la cual hizo mayor énfasis fue en que no hiciéramos 'Copy-Paste'. La verdad no estoy segura de si yo era pendeja o qué le pasaba a mis neuronas (de seguro me dejaron caer mucho de bebé) pero cuando empecé a hacer mi trabajo agarre dos computadores, en uno tenía la página de donde sacaba la información y en el otro iba escribiendo mi texto. En ningún momento copie y pegue, simplemente me dedique a transcribir de un computador a otro, asegurando que no estaba haciendo plagio. Evidentemente, cuando el profesor me devolvió el trabajo me había sacado un redondo CERO, lo curioso fue que aunque el profesor me dijera que había hecho plagio, yo aún no entendía, no había copiado y pegado, ¿cómo era posible que hubiese cometido plagio? 
Fue unos mese después que un compañero que en ese momento se encontraba en el grado Undécimo, hizo una charla sobre qué era el plagio, sus consecuencias y la importancia de no cometerlo, mi mente se aclaró: hacer plagio no era solo copiar y pegar de un texto a otro, el plagio va mucho más allá, y es el hecho de no reconocer que una idea que ya fue establecida por alguien (en la universidad viene a prender que esa idea puede provenir de textos propios anteriormente escritos). Siguiendo con mi relato, aquel compañero estaba haciendo dicha presentación precisamente porque él mismo había cometido plagio y como castigo lo habían puesto a dar charlas por todo el colegio, una tortura, tal y como los que deben ir a capacitación con Cobos los sábados. Pero lo interesante es caer en cuenta, que muchas veces el aprendizaje se ejerce a través de los errores, de cometerlos, en este caso considero que fue importante haberlo cometido durante el colegio, debido a que es evidente que a medida crecemos las implicaciones y las consecuencias son mayores.
En todo caso, con mi compañera seguimos buscando frases o párrafos plagiados. Nos parecía sorprendente que las personas, dueñas de aquellos trabajos, no se hayan ni siquiera tomado la molestia de parafrasear, o de corregir los errores gramaticales u ortográficos, copiaban y pegaban todo literalmente sin miedo a nada y como si creyeran que por ser un simple trabajo de clase, y no una tesis, podían hacer plagio, no reconocer ninguna de las partes tomadas de otras fuentes, y salirse con suya, como si fuera algo de menor importancia. 
Por alguna razón, durante esa misma semana el tema del plagio me rodeo. Primero, para la clase de Realización de TV comercial nos pidieron adaptar la primera escena de 'Bastardos sin Gloria' de Tarantino (https://www.youtube.com/watch?v=-O2G9Sday2s&t=111s) en ésta tratamos el impacto que puede tener el plagio y la copia y como estos mismos elementos a escalas más elevadas como lo es la gubernamental, no solo también existe pero además proviene de aquellos que no le pusieron atención a este problema durante la universidad. El plagio es cuestión de moral y al cometerlo, se está infringiendo una de las normas sociales que nos mantiene unidos y ordenados. Si no prestaremos atención al plagio caemos en el fraude, y no solo de un texto a otro, sino de una empresa a otra, el plagio es robo y por ende debe ser denunciado.
Por otro lado, el tema del plagio también hizo presencia durante esta semana con un correo institucional que llegó a mi correo, lo cual, debo decir, me causó mucha gracia (el hecho de que en una misma semana se estuviese recalcando tanto este tema). A mi correo llego la siguiente información: 
Me pareció muy interesante el planteamiento del fraude académico como una tentación, como un pecado al que nos vemos tentados a cometer, como la gula o cualquier otro. Y es que es cierto, sería interesante averiguar qué es lo que nos tienta a cometer plagio ¿la pereza? ¿la falta de tiempo? ¿la imposibilidad de plasmar nuestros propios argumentos? ¿tendrá algo que ver nuestra noción de ser avispas, aviones, abejas, el copiarse y salirse con la suya, sin tener repercusión alguna, tal y como lo vemos con muchos  de los políticos de nuestro país? o simplemente (aunque lo dudo) al igual que cuando tenía 11 años  no conocemos verdaderamente qué es el plagio y cuáles son sus implicaciones en nuestra cultura y sociedad. En todo caso, me pareció importante que la Pontificia Universidad Javeriana se preocupe por dichos temas, y abra espacios para su discusión. Porque también hay que tener en cuenta que el plagio no es algo que potencialmente, solo cometen los estudiantes, también los profesores se han vistos inmiscuidos en fraudes académicos, y como se dijo anteriormente, el plagio se lleva a cabo en diferentes escalas de la sociedad, pero lo que me llama la atención es que muchas veces pareciera tener repercusiones más rígidas y perceptibles en las escalas menores (como el colegio o en los trabajos universitarios) que en las escalas mayores, en donde implican a más de una o dos personas, como lo es el ámbito político. En ese orden de ideas, sería también interesante que conservatorios como el que se llevará a cabo el próximo 26 de octubre, busque también plantear las repercusiones en dichas esferas. Para así evitar que esto se convierta en una patología que nos envuelva.

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